09 | 11 | 2020 _ por Juan Pablo Ibarra
Conversamos con Sr. Maniquí [Mariela Espinosa] quien hace muy poco lanzó su segundo álbum. Ábrete Sésamo deslumbra por muchos motivos que no se ven comúnmente, como por ejemplo, el hecho de investigar en la poesía de mujeres ecuatorianas como referente local e incluirlos en las ocho composiciones que dan vida y forma a este increíble disco.
También pudimos conocer en primera persona aspectos de su vida y todos los pormenores detrás de la concepción de su música y discografía, lanzamientos que dan forma a Sr. Maniquí y que pavimentan un sólido camino recorrido para llegar a este punto.
Ábrete Sésamo –lanzado a través de LeRockPsicophonique– destaca dentro de los lanzamientos del presente año, con ya tres adelantos: Lumbre, La Hierba y el reciente videoclip estrenado esta semana para A Huawei. Hemos realizado esta hermosa entrevista, a modo de seguir celebrando, apoyando y aprendiendo de proyectos artísticos con características tan nobles y sobresalientes como este.
Hola Mariela, es un honor. Felicitaciones por Sr. Maniquí. ¿Cuéntanos cómo nace históricamente este proyecto?
Este proyecto, antes de llamarse en esencia Sr. Maniquí, era el proyecto que iba a contener las canciones que vengo componiendo desde hace años y que no eran correspondientes con el sonido y temática de MUNN (mi banda principal), sino que más bien resonaban con espacio íntimo y personal que ya venía construyendo.
En mi época universitaria, estudié dos años en Chile, después dos años en Argentina. Cuando regresé al Ecuador, este era el proyecto que tenía en mente desarrollar, armar, pero que me tomó seis años realmente hacerlo. Y bueno, en esos seis años con MUNN sacamos discos, hicimos giras, le pusimos toda la energía. No fue hasta que MUNN entró en un hiato que yo pude darle cabeza a este proyecto. En ese periodo sentí la necesidad de tener un proyecto mío, en el que yo lideré totalmente, y que no dependa de los tiempos y la energía de otras personas. En ese momento decidí agrupar algunas canciones que compartían cierta sonoridad y las hice parte de ese primer EP. Otras Formas fue el primer paso para comenzar. Fue lanzado súper bajo perfil, no hice mucho ruido ni promoción al respecto, porque también fue un proceso muy mío y personal, de agarrar valentía y de bajarle el volumen a mis inseguridades y decir: Bueno, yo sí puedo darles el valor que estas canciones se merecen, y llamarme como La compositora y La productora de esta música.
Dentro de tus lanzamientos está el EP de 2018 “Otras Formas” ¿Cómo aprecias en retrospectiva este trabajo?
Ahora después de que han pasado estos dos años, aprecio con mucho cariño ese EP. Fue un proceso valiente, en el sentido de que realmente dejé que las canciones sean lo que son, y tienen ese nivel de intimidad que quizás no es tan fácil exponer, porque sí creo que muestran cierto lugar de vulnerabilidad personal. Entonces lo aprecio desde ese lugar, lo veo como eso, como un paso súper valiente y que muestra una intimidad muy profunda. También muestra una sonoridad que a mí siempre me ha movilizado, y que sé que en cualquier momento voy a volver a esa sonoridad. Es un trabajo hecho en casa, las instrumentaciones son súper minimalistas.
Otras Formas lo visualicé como: ok, éstas van a ser las canciones que tengo, que tienen una sonoridad de cuerdas y voz. En un futuro recopilaré las canciones que tengan una sonoridad de piano o teclados y voz. El próximo trabajo que saque va a ir por ese lugar, al menos como una premisa.
Luego de aquello, destacan los sencillos “Útero Mío” y “Antes del Caos (ft. Juan Nazar)” ¿Qué nos puedes contar sobre el contexto y los motivos de estas canciones?
Útero Mío es una canción que nació del vínculo que hice con Elsye Suquilanda, una de las poetas que es parte de Ábrete Sésamo. En medio del proceso de Ábrete Sésamo hicimos una amistad súper bonita y profunda. En algún punto a ella la operaron, primero le quitaron una parte de su útero por su endometriosis, y recientemente le sacaron lo que quedaba, porque se complicó la situación. Ella está bien ahora, pero para esa primera intervención me propuso ser parte de la despedida de su útero, al que le bautizó como Isidoro María. Y parte de esa despedida era hacerle una canción. Me pidió eso, que le haga una canción y ahí salió Útero Mío. Esa canción es hija también de Ábrete Sésamo. Es un sencillo aparte que nació de este vínculo y que ojalá signifique que vamos a seguir colaborando.
Antes del Caos fue una canción compuesta en 2017, cuando Juan Nazar pasó por Ecuador en el marco de su gira latinoamericana como solista. Ahí compusimos esta canción que se acerca mucho más al EP Otras Formas, potenciada por el mismo Juan y la producción de Daniel Gong, un ex compañero chileno de la universidad. Yo estudié Producción Musical en INACAP [Chile], entonces fue una colaboración súper bonita y que nos motivamos a terminar a raíz de la pandemia. Me parece que es como un puente entre Otras Formas y Ábrete Sésamo, sonoramente hablando.
“Ábrete Sésamo” es tu primer LP ¿Qué es lo que más aprecias de este trabajo? ¿Cuáles son tus recuerdos de los procesos de creación, composición y grabación de este?
Lo que más me gustó del proceso de Ábrete Sésamo, es justo esta red de vínculos que pude hacer con algunas de las poetas. Cuando fui eligiendo los poemas, tenía este miedo de que cuando les proponga a las poetas –que están vivas–, no quisieran colaborar con su poesía. No era solamente ponerle música detrás, sino que realmente era reinventar los poemas y en algunos casos modificarlos. Todas tuvieron un recibimiento y una reacción súper positiva, que generó un vínculo especial y profundo. Eso fue algo que me sorprendió.
Eso por un lado, de ahí en lo musical, algo que fue muy lindo, es que como el disco se financió con recursos de un fondo estatal, tenía un calendario que cumplir. Eso fue algo positivo en el proceso porque tenía un tiempo limitado para componer los temas. Eso me hizo volverme súper recursiva y metódica. Los proceso de composición para mí antes de Ábrete Sésamo, habían sido mucho más desordenados. Es muy distinto proponerse componer un disco desde el principio, tienes que pensar en el total. Este proceso me dio otra perspectiva, tenía súper claro que las canciones tenían que estar en tonalidades distintas, quería que estén en compases distintos y que sean un viaje por distintos espacios. Cada poema lo ameritaba, por lo que me propuse ejecutar toda la producción desde un lugar bastante metódico poniendo en práctica todas las herramientas que he aprendido con los años. Sumado a eso creo que cuando uno se pone límites es hasta más fácil jugar, porque sabes que tienes un camino.
El proyecto combinaba varias etapas, no solo era la producción de un disco si no que también combinaba el proceso paralelo de montar la música en vivo para un concierto. Este proceso sucedió antes de entrar al estudio, lo que fue muy enriquecedor porque tuvimos la posibilidad de pulir los arreglos y los músicos que después grabaron interiorizaron mejor los temas. Esto hizo que el proceso de grabación, fuera súper fluido y metódico. Todos teníamos muy claro los arreglos de cada canción. También hubo mucho espacio de experimentación y cambios en el estudio, todos los músicos colaboraron en el proceso y dejaron su marca. Además, el haber podido grabar en un estudio increíble –que es la Increíble Sociedad– aquí en Quito fue un un verdadero lujo.
Ahondando en este disco, la poesía de las mujeres es omnipresente ¿Cómo nace esta iniciativa? ¿Cómo fue la selección de los poemas y las poetas… antes o después de las canciones instrumentales? ¿Cómo impactó en ti el dar cabida a otras voces en tus canciones?
Bueno, primero del deseo de darle continuidad a Sr. Maniquí. En ese deseo decidí aplicar a unos fondos concursables que salieron a finales del 2018. Para mí era importante formular un proyecto que articule otras cosas y darle valor a esos recursos, no solamente el deseo de grabar mis canciones. Ahí nació la idea de tomar poesía escrita por mujeres ecuatorianas y transformarlas en canción. Me cuestioné mucho que no existiera el registro de una compositora mujer ecuatoriana como referente en la historia. Entonces sentía este vacío y dije: voy a ir por las letras, por la poesía, y además aprovecho de aprender cómo relacionarme más con el lenguaje poético, con las palabras. Siento que todavía es algo que me falta por aprender.
Así nació este proyecto. Al principio quería que sean 10 canciones, pero por el presupuesto decidí reducirlas a 8. Primero vino el proceso de investigación en el que saqué un montón de libros en todas las bibliotecas que pude. También busqué digitalmente, escribí a algunas poetas para que me manden su trabajo, y bueno, al principio fue leer y leer y leer. Con la poesía tenía esta duda de ¿cómo voy a saber qué poema es apto o no? porque además no soy ninguna literata, no tengo un criterio académico. En un momento me encontré con la poesía de Ana María Iza (que es la autora del poema Ábrete Sésamo, que le dio el nombre al álbum). Su poesía me removió todo adentro y dije: bueno, esto es lo que tiene que pasar, primero que nada.
Me fui guiando por eso, por qué poema me atraviesa y me remueve, y con cuál me identifico. Otro criterio para escoger fue que sean poemas con estructuras rítmicas o que me parezca que sí sean "cancionables", que no tengan frases tan largas, que no tengan palabras tan largas y que no sean en general tan largos. Y ahí mi cabeza iba probando, cuando alguno me conmovía o me atravesaba, hacía el ejercicio en mi mente de cantarlos y así los iba preseleccionado.
Tuve una preselección súper grande, la que fui reduciendo de a poco. Primero escogí los poemas y después fui componiendo la música. Hubo un intento de adaptar un poema a una idea musical que ya tenía, que ya existía, y que de hecho lo hice con Lumbre, pero no funcionó ni un poco. Entonces después de ese intento entendí que tenía que hacer la música desde cero, inspirada en cada poema.
Fue súper lindo haber partido de un universo preexistente. A veces el deseo de crear te hace sentarte en frente de un papel en blanco y es más difícil sacar ideas de ahí, pero es súper útil creativamente haber partido de universos que ya existían. Entonces yo sólo tenía que construir o reconstruir estos universos pero en sonido, y después la interpretación de los poemas fue un ejercicio casi teatral, de ponerme en el lugar de quién está diciendo esto, qué cuerpo está diciendo esto, cómo suena la voz de ese cuerpo. En general un ejercicio súper lúdico, en dónde me fue más fácil hacerle caso a mi intuición. Siempre lo digo así, como el universo del poema ya existía, yo sólo tenía que irlo descubriendo o releyendo y convirtiéndolo en sonido, en el sonido de la voz, en el sonido de los instrumentos, y creo que ese ejercicio no me resultó difícil (a veces me atoro escribiendo la letra mientras estoy haciendo la música). Fue un ejercicio súper enriquecedor y que me encantaría seguir experimentando.
Tu propuesta artística es muy distintiva y experimental ¿Cómo describirías tu evolución para llegar a desarrollar estas ideas?
Creo que esa evolución responde a procesos internos de irme permitiendo jugar más, y es algo que intuí desde hace tiempo. Aunque no fue pensado de esa manera, en el camino fue tomando sentido el hecho de llamarme Sr. Maniquí, porque justamente me permitía cambiar de personaje cuando quisiera. Elegí ese nombre con la intuición de que sabía que iba a ir mutando y transitando por distintos personajes. Con personajes me refiero a personajes que interpretan, que crean y que suenan de distintas maneras. El camino ha sido ese, de permitirme cada vez más jugar y probar distintos sonidos que sé que están ahí adentro. Me tomó un tiempo y me va a seguir tomando tiempo creerme el cuento y lanzarme a jugar con los distintos personajes y sonoridades que están adentro mío.
También creo que el hecho de colaborar con distintas personas, ha ido sacando distintos lados de mí misma. Para Ábrete Sésamo, compuse una canción junto Andrés Arauz, su proyecto se llama Rojo. Es un cantautor joven, tiene como 22 años o 23 años, y pertenece a un grupo de músicos del Ecuador que están haciendo música muy bonita, muy profunda, y creo mucho en su proyecto, me encanta su lenguaje creativo. Esa colaboración potenció y sacó un lado de ambos que dialogó muy bien y que dejó ver un tipo de canción con una sonoridad súper especial. También ha sido súper enriquecedor la colaboración junto a Denis Santos (cantante quiteña - Can Can y Mundos), con quien comenzamos a montar la música en vivo de Sr. Maniquí. También mi hermano (Miguel Ángel Espinosa de los Monteros), con quien hicimos la producción completa del disco. Con Jofiel Icaza, que también me acompañó en el proceso, y así con mucha gente. Entonces creo que permitirme compartir estos espacios creativos con esta variedad de personas ha alimentado un montón la evolución del sonido de mi música.
“Ábrete Sésamo” es un disco lanzado por LeRockPsicophonique ¿Cómo se dieron las cosas para unirse con este sello (del que te estamos entrevistando)?
Bueno para mí el origen de la relación con LeRockPsicophonique, viene de la amistad que tenemos entre MUNN y Javier Hechenleitner, uno de los directores del sello. Él fue compañero de mi hermano en la universidad, luego esa amistad se traspasó. En esa época hubo una gran conexión, compartían gustos musicales y desarrollaron un montón de proyectos. Javier siempre nos ha querido apoyar de la forma que sea, y ha creído en nuestra música. Él siempre ha sido híper trabajador y es así también como se materializa LeRockPsicophonique y cómo se articula esta unión.
Entonces sobre cómo se dieron las cosas, para mí tiene que ver con la confianza y amistad principalmente. La amistad y la sincronía en cuanto a gustos musicales y a búsquedas artísticas.
¿Qué artistxs, ya sean ecuatorianxs o del mundo -de cualquier forma artística- nos recomendarías y por qué?
Primero voy con las recomendaciones de mujeres músicas:
Una es La Torre, que es una chica de acá, que se llama Renata Nieto. Ella también canta en EVHA. Pero quiero recomendar su proyecto solista, porque para mí tiene mucha identidad, un sonido bien particular, que sintetiza sus gustos musicales más contemporáneos, y con sonoridades electrónica, un concepto fuerte muy presente en la composición misma de las canciones, sobre todo en la parte vocal de las letras y de los arreglos, tiene mucha sonoridad coral. Y todo ese lenguaje está muy vinculado a la música ecuatoriana, quiteña, tradicional, agarra como del pasillo, de la música colonial o post colonial digamos. Es un mestizaje musical bien interesante y que es muy honesta con ella. Somos una cultura híper católica, tenemos uno de los cascos históricos coloniales más grandes y mejor preservados de Latinoamérica. Hay una iglesia a cada cuadra, a veces hay dos iglesias o tres iglesias en la misma cuadra, entonces es como que todo ese imaginario y esa iconografía está muy presente en nosotros. Creo que ella agarra de ese lugar, lo transforma y lo reinterpreta de una manera muy interesante. La Torre es mi primera recomendación.
Quiero también recomendar otra mujer compositora que es franco-venezolana y su proyecto se llama La Chica. La descubrí hace poco, y su música me encantó, tiene canciones muy hermosas. Ella es pianista clásica y el disco es un viaje por distintas sonoridades, Tiene esta cosa latina pero luego se va a sonoridades, para mí hasta impresionistas, por la forma en la que arregla con el piano y el manejo de su voz también es increíble. Yo creo que ella es alguien que también sintetiza lenguajes muy distintos, muy diversos, los reinventa y los junta. Estoy obsesionada con su disco, así que lo recomiendo mucho. La Chica.
Después también quiero recomendar a dos de las poetas que son parte de Ábrete Sésamo.
Una es Sarawi Andrango, que es una poeta Kichwa - Kayambi (su más reciente libro: Si una runa cae, mil llegamos) del pueblo Kayanbi de Los Andes, Ecuador. Su poesía es muy, muy potente. Ella escribe desde su militancia feminista, y también como mujer de un pueblo indígena. Recientemente sacó un libro, que lo escribió a raíz de las manifestaciones ocurridas en octubre aquí en Ecuador, del levantamiento indígena. Entonces es un libro muy potente y en general, todo lo que ella escribe es muy profundo y poderoso.
También quiero recomendar a Elsye Suquilanda, que ya la mencioné anteriormente. También está constantemente sacando libros. Su poesía es un lenguaje totalmente distinto, mágico, absurdo, chistoso (chistoso en el sentido de que usa mucho el humor). Es una artista muy completa, no solamente presenta sus libros, sino que también hace performance, hace música, o videos mezclando música y poesía. Es una artista increíble, recomiendo mucho su trabajo.
También quiero recomendar, desde otro ámbito, a lo que en un inicio era un ensamble de cuerdas, pero luego se transformó en un colectivo artístico acá de Quito. Se llama In Concerto, que es un colectivo que articula todo el tiempo proyectos hermosos. Música Ocupa es uno de los proyectos más importantes que tienen, festival que busca llevar la música académica, europea, a espacios no convencionales. A partir de este festival, ellos han traído a músicos de afuera generado encuentros increíbles produciendo conciertos en lugares alucinantes. Su trabajo es muy valioso y pronto vamos a hacer una colaboración con Sr. Maniquí. Además, un detalle particular, Isidora O’ Ryan, que tiene su proyecto (I.O.) en Chile, vivió aquí en Quito y fue parte de In Concerto. Así fue como yo la conocí. De hecho ella grabó en el disco de MUNN, era parte del ensamble de cuerdas que grabó en el disco que estamos por sacar con MUNN. In Concerto siempre está articulando y generando proyectos muy bonitos y ahora con la virtualidad, sus proyectos están al alcance de todo el mundo. Recomiendo su trabajo.
Por último ¿Estás trabajando en nuevas canciones? De ser así ¿Qué exploran estas composiciones?
No he trabajado profundamente en nueva música. Creo que este tiempo de pandemia para muchos ha significado estar en un estado de supervivencia, aunque yo por suerte he podido trabajar, pero no he estado tan creativa. De todas maneras, sí hay música que se está creando justo para esta colaboración que vamos a hacer con In Concerto.
No tengo música ya hecha, pero sí voy imaginándome por donde puede ir un próximo trabajo.
Te damos las gracias por esta grata conversación. Te agradecemos si dejas un mensaje a lxs lectores, así como también, extender la invitación a conocer tu gran obra.
Mi mensaje iría por invitarlos a seguir apoyando la creación artística. Creo que es un momento súper importante para ser solidarios y para dimensionar el trabajo que hay detrás de cada obra artística en general. En tiempos como estos, realmente el hecho de que se siga haciendo arte, es por puro amor. Son tiempos en los que casi no es rentable seguir creando, pero quienes tenemos la necesidad, lo vamos a seguir haciendo, y lo hacemos para el público.
La invitación es a seguir apoyando nuestro trabajo de todas las formas en que se pueda, la que esté al alcance de cada quien. Y obviamente, la invitación a que escuchen este disco (Ábrete Sésamo) que lo he hecho con tanto amor, con tanta dedicación, y que además, visibiliza el trabajo de tantas otras personas. Ojalá genere el interés suficiente para investigar y buscar sobre la obra poética de todas estas poetas que son increíbles.