[En vivo] Tenemos Explosivos + La Ciencia Simple @ Sala Metr

07 | 01 | 2023 por Matías Muñoz - Fotos por Mario Miranda

La deuda estaba pendiente. Tenemos Explosivos remeció a la escena con “La Virgen de los Mataderos” (2015) gracias a su mensaje, poesía y estructura. Y es que su vital contenido, de cruda rabia y contenida emoción que rescata la memoria colectiva, logró interpretar a muchos y muchas que buscaban en esa lírica y esos riffs una respuesta o más bien una compañía.

Con la sombra de su segundo álbum, la banda marchó con la desventaja de la partida de Eduardo Pavez y aun así pudieron completar una sólida discografía y mantener una gran base de fans que han acompañado su proceso que completan los álbumes “Victoria” (2017) y “Cortacalles” (2022). Sin embargo, “La Virgen de los Mataderos” resuena cada vez con más fuerza y su celebración y tributo era más que necesaria. La banda, anunciaba la reedición del que es hasta la fecha uno de sus mejores discos.

Con el marco de público al que Sala Metrónomo ya alcanza de costumbre, se abría la jornada con la particular presencia de La Ciencia Simple sobre el escenario. La banda de post rock y ambient no se guardó nada y pese a la incomprobable afinidad que pudiera -o no- tener con Tenemos Explosivos, el recibimiento fue más que generoso y respetuoso. La Ciencia Simple mostró oportunamente un set en exceso potente y plagado de distorsión y estridencia en donde revisaron parte de su disco “II III V” (2016). Si bien La Ciencia Simple es una banda aplicada y de disciplinada ejecución sobre el escenario, el contexto les permitió soltar aquella estructura y echar mano a nuevos arreglos. Así desfilaron canciones como “Ecos” o “La Materia del Vacío”. Tras el lanzamiento de “Ritmos en Cruz” (2022), La Ciencia Simple abrazó los argumentos del ambient para complementar su ya complejo entramado sonoro. El resultado, nuevas versiones que en vivo ganan más, se potencian y complementan.

Tenemos Explosivos: derrumbe, celebración y liberación

Hablar de Tenemos Explosivos es situarse en un estado donde su lírica, a ratos profundamente poética pero sincera y explícita, se marca a fuego en la experiencia colectiva y también de la experiencia. En vivo, la banda ha cultivado una especie de liturgia donde está permitida la liberación, el recuerdo y el caos. Con esa particular y potente emoción que cada una de las canciones recorre, el grupo se presentaba con un objetivo claro más allá de provocar la catarsis. Con motivo de la reedición en vinilo y CD de su icónico segundo álbum, la banda interpretó en orden cada una de las canciones que lo componen, marcando además el hito de una presentación histórica.

“La Virgen de los Mataderos”, editado en 2015 y reeditado con éxito en esta primera fecha de 2023, caló hondo gracias a que todo verso es certero. Aquella experiencia se desvanece, transforma y complementa con la intensidad que son capaces de demostrar en vivo. Esa máxima ha acompañado a cada himno del grupo, que construido bajo una especial sensibilidad desnuda verdades e interpreta el sentir individual y colectivo de todo un grupo cuyo ejercicio de memoria no se transa. Resulta complejo no asociar la poesía y performance de Tenemos Explosivos bajo un prisma de rescate y recuerdo, precisamente con canciones como “Montreal, 400 negativos”, “Regreso a Casa” o “Uroboros”.

Así, desfiló gran parte de su primera etapa discográfica y también gran parte de su historia reciente. La banda ha administrado un legado ya sea por sus esporádicas presentaciones en vivo y por el vínculo que forman sus canciones. Tal así, que la recepción no podía ser menos en una sala repleta que ya parecía venirse abajo con la potencia de La Ciencia Simple y luego con los gritos de Pavez. En vivo, la banda ha encontrado un funcionamiento vivaz de la mano de Matías Gray en batería, que chorrea entusiasmo y calidad como un excelente complemento al ya cohesionado grupo.

Tras interpretar “La Virgen de los Mataderos” a coro con todo el público, la banda se dio el tiempo de revisar clásicos como “Agamenon” y también parte de “Cortacalles”, como la sensible “Cueca Sola”. Agradeciendo el impulso, empuje y todas las sensaciones compartidas, la banda se mostró conforme y en extremo emocionada por la recepción de lo que era una deuda pendiente con gran parte de su público y un excelente momento para revivir además uno de sus discos más duros, honestos y directos.