10 | 04 | 2023 _ por Jorge Cortés
Nuevamente Manchester. Desde las islas británicas aparece una virtuosa asociación de dos músicos sin ningún pudor en combinar la experimentación con brutales riffs al límite del thrash metal consonante. ¡Ante ustedes, BINGE!
BINGE es un ruidoso dúo de mathrock experimental formado en Manchester por el guitarrista Rob Sewell y el baterista Mark Heron, siendo este último uno de los cinco exfundadores de Oceansize y también uno de sus cinco verdugos. Ambos dan vida a este nuevo proyecto y su álbum debut "Toothache".
En BINGE resalta la excelente comunicación musical entre ambos, cada uno acompañando o complementando las secciones de su compañero. El dúo se las arregla en la tarea de que el oyente no extrañe el sonido del bajo eléctrico, presumiblemente debido a los buenos sonidos graves de batería y la armonía de los acordes en estado fundamental que esgrime su guitarrista. Ese diálogo construido entre ambos recuerda a la banda Hella, uno de los tantos proyectos del baterista Zach Hill.
La banda construye sus composiciones en base a ideas loops que aportan distintos tipos de intensidades en donde la batería bombardea constantemente con andanadas de redobles rebosantes de frenesí. La guitarra carga con la compleja tarea de tener tres responsabilidades, fijar las armonías, resaltar melodía y aportar en que la ausencia de un bajo eléctrico pase inadvertido. Al menos en la información oficial de su descripción en bandcamp, no aparece acreditado un bajista, tampoco se ve uno en las presentaciones en vivo que han compartido en YouTube.
El disco comienza fuerte con Metatronian, una composición que presagia cómo será el disco y un buen momento para admirar sus puentes entre sección que no tienen miedo al cambio en la tonalidad. Monosylabic tiene la responsabilidad de todo segundo track, mantener al oyente enganchado. Lo logra a la perfección con sus transiciones movedizas donde todo pareciera tomarse con más calma al final… pero no, era un engaño para no dar ninguna tregua a los oídos. En tercer lugar, aparece una excelente canción para abrir cualquier tipo de concierto, Wrent asunder, un track
que pone en el foco la forma experta de cómo distintos timbres de guitarra pueden utilizarse en una sola composición. En esta canción quizás se escucha un bajo eléctrico en el fondo, aunque quizás pueda ser un octavador o efectivamente sí exista un bajo.
La producción apuesta a no generar ningún momento de descanso en toda su duración, de todas formas, ambos músicos ganan medallas por el hecho de mantener la atención constante en el auditor, además, ¿quién necesita un descanso cuando se está entretenido? "Toothache" está compuesto por seis canciones que en total no pretenden extenderse por más de media hora, tiempo suficiente en que BINGE perfectamente es capaz de desarrollar un manifiesto musical combinando dureza, inteligencia rítmica, estridencia y ruido. Un verdadero manjar para los cabeceadores de conciertos y amantes del noiserock.
Dentro de todo el disco resalta Moodhoover, un manual de cómo mantener la atención en base a un solo patrón con mínimas modificaciones, quizás es un nuevo género, algo así como minimalcore. También generan curiosidad las movedizas guitarras medianamente estridentes de Acrostic, que saben perfectamente combinar sonidos más bajos con estridentes armónicos en una misma frase.
Insipid cierra el disco recordando al repertorio más pesado de Mars Volta. No es necesaria la voz en ningún momento ya que tanto guitarra como batería elaboran un discurso ritmo armónico enviciante, envolvente y cabeceable hasta que se caigan las pelucas. La canción está bien construida en todos sus apartados dejando a Rob Sewell como un tejedor de tremendos riffs y a Mark Heron como un arquitecto rítmico.
"Toothache" es un excelente debut que gana aplausos por sus composiciones ruidosas, sus guitarras eufóricas y por sacar a Mark Heron del silencio discográfico y ponerlo a construir ritmos de la forma que sólo él sabe hacerlo. Un disco experimental de brutalidad feroz que hará que todos los oyentes metan sus orejas al freezer después de escucharlo y que dejará a varios deseando que el dúo siga estrenando una música que escapa del radar más mainstream de los algoritmos musicales.