07 | 07 | 2023
Luego de un proceso orgánico de composición e investigación sonora en el que confluyeron tanto la vasta experiencia del cuarteto cordobés como la candidez propia de la más honesta experimentación, Tomates Asesinos nos entrega al fin el resultado de sus disquisiciones y aventuras alrededor del Ronkinkonkin, su propio metalenguaje musical.
Grabado entre Córdoba y Santiago y con la masterización del mítico ingeniero Mario Breuer, Definiciones y Ejemplos es el nuevo álbum que los cordobeses han lanzado y que viene a presentar los créditos de sus credenciales sonoras 2023: un golpe al mentón que te deja tambaleando entre la electrónica y el desparpajo rock-pop-experimental de una banda que confía en su intuición y visión.
En entrevista exclusiva con LEROCK Magazine, nos adentramos un poco en el quehacer del cuarteto, sus influencias, el futuro y sus aspiraciones. Responden las preguntas Santiago (S) y Luis (L).
Su música se caracteriza por mezclar la electrónica orgánica con el pop retorcido, creando un universo sonoro surrealista de muchas texturas. Sueño con Skates, el último single que lanzaron la semana pasada es un excelente ejemplo de ello. ¿Cuáles son algunas de las influencias artísticas y musicales que han contribuido a desarrollar ese estilo único y cómo han cambiado dichas influencias a lo largo del tiempo?
L: Mucho rock progresivo, Aphex Twin e IDM. Eso en confluencia con encuentros cercanos con músicos de Prog Rock que me hicieron pensar en cómo tocar los instrumentos de forma de escapar del fraseo y los lugares comunes que uno aprende cuando practica mucho un instrumento, en mi caso la guitarra. Los teclados fueron la respuesta a eso porque eran fáciles de hacer sonar y las melodías estaban ahí sin tener que romperse el alma estudiando; me animo a arriesgar que esos teclados nos volvieron compositores. En resumen, IDM, un poco de filosofía y el ejemplo del desparpajo de bandas como King Crimson de cambiar de estilo de un disco.
S: El progresivo, pero no tanto desde el punto de vista estilístico, sino desde la idea de que cualquier juego es válido, cualquier idea o mezcla de ideas es posible, y la tecnología vino a facilitar esa posibilidad. Obviamente la sonoridad electrónica nos atraviesa, de Jarré o Kraftwerk a The Chemical Brothers, o lo que sea; pero lo que nos mueve básicamente es el capricho, la diversión, la idea de que podemos hacer lo que se nos da la gana.
Hace no mucho participaron en Fluvial y en LeRock Fest, ambos encuentros musicales en Chile, donde encontraron una nueva perspectiva y proyección fuera de Argentina. ¿Cómo ha sido la recepción de su música en el extranjero y qué impacto ha tenido en el presente y futuro del proyecto?
L: Muy buena recepción, cumplió con nuestras expectativas y más. En particular lo ocurrido en Fluvial fue como de cuentos: llegar fue una odisea, el concierto fue muy bueno, Javi (de LeRock) nos vino a ver, le gustó y gracias a eso estamos pudiendo contarles esto. En paralelo nos permitió establecer un puente con otros artistas y productores ajenos a nuestro círculo, eso siempre enriquece, también nos hizo sentir que alguien más allá de nosotros espera por nuestra música, eso siempre marca un rumbo y te da un objetivo claro.
En ese último viaje a Chile, tuvieron la oportunidad de conocer a otros artistas, sellos y músicos. ¿Cómo ha influido ese intercambio en su música y en su visión como banda?
S: En principio nos encontramos con proyectos musicales que nos gustaron mucho y que sentimos están en la misma “lucha” que nosotros. Particularmente con Sistemas Inestables nos pasó que dejamos de sentirnos solos en el mundo.
L: Volvimos con mas amigxs y con el estímulo hermoso de entrar en contacto con una red de músicxs-productorxs curtiendo valores y estéticas con las que acordamos, y trabajando duro para que esta música que hacemos circule tanto como sea posible y en la mejor de las condiciones.
Su música se ha descrito como épica, rítmica, ruidosa y atmosférica, y han creado un sonido distinto y en constante evolución. ¿Cómo trabajan en el estudio para capturar y transmitir esas características en sus grabaciones? ¿Cuál es el proceso creativo que siguen para lograr esa sensación inmersiva y transportar al oyente a un universo sonoro propio?
L: No hay una fórmula o un proceso, pero sí hay cosas establecidas, como el software. Usamos Ableton y cada uno tiene un homestudio y acceso a las sesiones proceso, entonces vamos dando nuestro “punto de vista”, grabando o arreglando o simplemente remezclando.
Sí hay un consenso sobre cómo trabajar. Por ejemplo, en este disco el objetivo fue lograr hacerlo con la menor cantidad de tomas y sobregrabaciones y que refleje lo que ocurre en vivo, o a la inversa, que en vivo sea sencillo recrear lo hecho en estudio. Lo logramos. De hecho, la segunda mitad del disco está grabada completamente en vivo, casi no hubo edición.
S: Sí, Definiciones y Ejemplos es un álbum en el que buscamos deliberadamente que sea más “tocado”, ajustamos mucho las ideas en la sala de ensayo, donde cada integrante fue construyendo sus líneas y aportando ideas. Los discos anteriores son más de laboratorio, pero este, incluidos los temas más ambientales, son producto de ensayar y “amasar” el audio.
Han colaborado con distintos proyectos audiovisuales, desde documentales hasta películas. ¿Cómo abordan el proceso de crear música para un medio audiovisual y cómo influye en su creatividad?
L: En la mayoría de los casos nos traen música de referencia, y nosotros solo tenemos que hacer versiones distintas pero manteniendo elementos. Es un súper buen ejercicio creativo. Y lo que nos pasó (y nos pasa) es que muchas veces nos encargan música al estilo de Tomates. Siempre es fantástico porque tenés licencia para revisar material viejo y hacer variaciones o exploraciones que en su momento no hiciste… y por lo general bien pagadas. Te cuento una experiencia en particular: nuestro disco La Luz Buena
reúne trece piezas de dos trabajos a pedido. En ambos casos la indicación fue “necesitamos muchas piezas en el estilo de Alambrado”, un tema con aires folklóricos que pertenece a nuestro disco debut Lujuria en el Espacio. Y creo que esa exigencia de revisión, autolimitación creativa y volumen de producción nos permitió desarrollar un conjunto de piezas originales que se convirtieron en un estilo y en parte de nuestro repertorio.
Después de más de dos décadas de trayectoria, siguen renovando su sonido y explorando nuevos caminos musicales. ¿Cuáles son las metas y aspiraciones que todavía tienen como banda?
L: Mirá, en realidad nunca hemos tenido una meta muy clara, más bien un enorme deseo de ser creadores de la música que nos gustaría escuchar en nuestra sala de ensayo y en nuestra ciudad, y siempre nos lo tomamos muy en serio, al deseo, y eso fue un gran acierto un poco vertiginoso, alocado, a veces incoherente, pero nos mantuvo en carrera y en una constante reformulación creativa muy nutritiva que nos protegió de quedar “pegados” a olas musicales.
La aspiración es…
S: La aspiración es seguir fieles a ese deseo, que por ahí va cambiando, pero ya tenemos la experiencia de que si lo seguimos, siempre nos lleva a un lugar nuevo y sorprendente.
En su nuevo álbum Definiciones y Ejemplos, ¿cómo exploran y desafían los límites de la electrónica orgánica para seguir construyendo su propio universo musical?
L: Todos tocamos varios instrumentos, entonces la exploración suele venir de preguntarle a nuestras ganas de hacer música “¿y ahora por dónde vamos?”. A veces hay respuesta, a veces no.
Pero más o menos funciona así, cuando alguno tiene un gran deseo o alguna intuición la comunica. Si más o menos compartimos, la probamos; si gusta, hacemos un tema o dos, o tres, sin prejuicios. No hay un canon estético que respetar, ese es un principio y damos por supuesto que la “identidad tomate” va a aflorar para darle coherencia a lo nuevo y a lo viejo. Esa viene siendo una condición necesaria para investigar y haber podido ampliar nuestros límites como lo hemos hecho.
S: Por muchos años estuvimos explorando cómo deformar los timbres y produciendo samples y loops a partir de eso. Creo que en este momento estamos más concentrados en la belleza del sonido de los sintetizadores y en cómo se amalgaman entre sí; una idea más de ensamble que de collage.
Como banda, han experimentado una evolución y consolidación a lo largo de los años. ¿Cuál creen que ha sido la clave para mantenerse juntos y motivados a lo largo de su extensa trayectoria?
L: Haber sido seriamente experimentales y tomarnos la música sin solemnidad ni una ambición económica o profesional desmedida. También nos llevamos muy bien a nivel personal, eso es algo que cuidamos. Tenemos otros gustos compartidos, el sentido del humor, la visión del mundo, LA COCINA. Le dedicamos tiempo a juntarnos a cocinar y comer.
S: Sin duda la cocina, ¡sin duda el hecho de que nos reímos mucho juntos! También aprender a ceder, a dejar espacio para que el otro también sea.
Como banda de rock-pop-experimental, ¿Cuáles son los desafíos que han enfrentado al intentar definirse dentro de un género y cómo han logrado mantenerse fieles a su visión artística?
L: Hubo un gran desafío, el de poder nombrar y darle existencia a nuestro estilo musical sin que se convierta en un santo al que rendirle culto en cada nuevo disco, lo encontramos y nuestro estilo se llama Ronkinkonkin.
Lo dice todo pero a la vez no dice nada, podemos hacer cualquier sonido que se nos dé la gana o silencio, o sea que podemos hacer cualquier música que queramos. Hemos sido leales a nuestro estilo de una manera muy sencilla de llevar.
Dale PLAY a lo nuevo de Tomates Asesinos a continuación:
Foto por Cande Pérez [@svpersticion]