13 | 12 | 2022 _ por Jorge Cortés | Fotos: tortuganónima
Desde el pasado 1 al 3 de diciembre se realizó en Valdivia la versión 2022 de Fluvial, un encuentro de música e industria que sitúa a la capital regional en el foco del quehacer musical nacional e internacional.
Fueron variadas las delegaciones que llegaron a Valdivia desde distintas partes del mundo. Representantes de países como México, Colombia, Paraguay, EEUU y Chile se reunieron en distintas actividades para propiciar la conversación de visiones distintas acerca del desarrollo de la industria musical. Luego de dos años de pandemia el encuentro pudo abrir las puertas a su público, sin límite de espacio, refugiando el evento en el hotel Puerta del Sur que con sus áreas verdes naturales de seguro enamoró a más de alguno. A lo largo de los tres días se realizaron más de veinte actividades de conversación como charlas, talleres, conferencias y también hubo lugar para más de treinta showcases.
El día viernes la segunda jornada de Fluvial comienza temprano, casi calcado a lo fue el día anterior. Representantes acreditándose, personas preparando sus conferencias y en La última frontera, estaba todo dispuesto para empezar la segunda ronda de las ruedas de negocios. En esta segunda jornada la dinámica se vio algo más ordenada, con espacios utilizados en la terraza del restaurante, descongestionando un poco el interior dónde las personas a ratos se amontonaban para poder consumir algo del apetecible cathering.
El momento de las presentaciones transcurrió sin mayores inconvenientes al menos por las primeras cinco horas de shows. El sonido era impecable y los horarios de cada banda se cumplían. Sin embargo, (y aquí se ocupa un modismo artístico valdiviano para las presentaciones al aire libre) “uno propone y Valdivia dispone”. Desde el día anterior hubo un cambio en el pronóstico meteorológico que alertaba de una posible lluvia a eso de las once de la noche en adelante. Lamentablemente la suave lluvia se adelantó.
No se puede negar que hay cierto romanticismo en ver a bandas tocando bajo la lluvia, pero no es más que ficción. Lamentablemente la llovizna se hizo un poco más intensa cuando tortuganónima comenzaba su presentación como segundo artista embajador del sello LeRock en Fluvial. Los focos que apuntaban al escenario dejaban una estela de luz aguada que daba una ambientación mítica a la música que sonaba por los parlantes mientras la banda hacía todo lo humanamente posible por tocar. Aun así, la incomodidad se hizo visible en uno de los integrantes quién con una seña advirtió al resto de la banda. En sus labios se pudo leer claramente “cortemos”. La banda no alcanzó a estar tres minutos arriba cuando se detuvieron y anuncian: "Esperaremos un poco ya que la lluvia está haciendo cagar los pedales”. Por supuesto, no se puede culpar a nadie de eso, el público entiende, no suena ningún abucheo, sólo se siente cierta frustración en el ambiente.
Lo claro está que esta pausa retrasaría todas las presentaciones que ya terminaban tarde. El público comenzó a dirigirse en dirección a la terraza del hotel, dónde estaban las cervezas y bebestibles. En los pasillos del hotel se escuchaban algunas quejas, mientras algunos miembros del equipo técnico murmuraban “cagazo de producción”. Para ser objetivos, Fluvial es un festival que ya acumula versiones anteriores suficientes como para tener experiencia de sobra, es por eso que no se entiende cómo al saber el pronóstico del tiempo no mudaron el escenario a otro lugar. En Valdivia siempre hay que tener un plan B para presentaciones al aire libre, eso es sabido por los productores locales. Por supuesto esto no mermó el ánimo de los asistentes que improvisaron algunos jamming en la amplia sala del backstage mientras se esperaba la información sobre una eventual postergación.
Dentro del gentío se paseaba Gerard, uno de los carismáticos guitarristas de tortuganónima que concedió unos minutos para hablar sobre lo que se viene.
-¿Qué impresiones te deja fluvial y las ruedas de negocios?
-Los meetings fueron interesantes, hubo mucho tiempo para estar cómodo y hablar con las personas que estaban ahí. Ahora, no puedo hablar mucho de resultados porque aún no podemos tocar. Mis impresiones de eso las podré tener mañana cuando toquemos y la gente se acerque a decirnos si les gustó o no.
-Tocan en Arctangent en agosto del próximo año. ¿Qué se siente poder tocar ahí?
-El 2020 íbamos a tocar allá y también haríamos una gira por Europa, sin embargo, pasó lo del covid y todo se postergó hasta el próximo año, lo que nosotros elegimos ya que tendríamos más música. Estamos emocionados de poder concretar la visita a Arctangent, de poder ver al público de Inglaterra.
-Dijiste que iban a tener más música. ¿Eso se traduce en otro álbum?
-Estamos evaluando si es un LP o un EP. Yo creo que hay más carne para un LP. Aún estamos en composición. Haremos lo mismo que en "Imago" que es componer unos 15 temas y luego ver qué canciones quedan.
-¿Qué hacen con los temas que no quedan? ¿Los hacen B-sides?
-No. Por ejemplo yo escuché los tres temas que no quedaron en "Imago" y uno lo estoy rescatando, pero le estoy dando otro giro, un giro a lo que estamos haciendo ahora porque no me agradaba dejarlo tal cual como quedó. Por eso los otros dos quedaron fuera, pertenecían más a la familia de los trabajos anteriores. Ahora estamos empezando a incorporar voces, estoy cantando más y aún está en producción esa fase. Es como un spoiler de lo que se viene.
Habían pasado casi tres cuartos de hora y aún no se sabía de una reanudación de las presentaciones faltantes. y otra banda que se vio perjudicada fue Sistemas Inestables, que por cronograma tocaba después de tortuganónima. En los pasillos del hotel se encontraba José Tomás Molina, encargado de la guitarra, percusiones y sintes de la banda. Él Iba camino a desmontar todo, lo que probablemente adelantaba que finalmente su presentación no podría realizarse ya que la banda estaría participando del Festival Tronador en Frutillar y eso no dejaba margen para re agendar el showcase de la banda en Fluvial.
Lo que dejó la versión 2022 de Fluvial es positivo para las ediciones que vienen más adelante. La organización tomó en cuenta opiniones locales para potenciar el encuentro vinculándose más con organizaciones locales. Si el encuentro sigue por ese camino, escuchando, conversando y revisándose, no cabe duda de que las próximas entregas del encuentro serán aún mejores. Muy bien es que también se apoye otro festival cerca de Valdivia, que es Tronador en Frutillar. Sería interesante que se pueda desarrollar una especie de carretera de encuentros y festivales en fechas cercanas, para que de esta forma los artistas aprovechen el impulso al venir al sur y tocar en más de una sola ocasión. Por supuesto que siempre hay puntos a corregir, pero esta vez es posible que eso mejore apoyándose en el medio, abrazando lo local, entendiendo la vinculación y fidelizando al público, a los artistas, a los sellos y a las organizaciones.