Luz, Figura y Sombra: los puntos de vista de Cómo Asesinar a Felipes

25 | 10 | 2022 por Matías Muñoz

Ya son nueve los álbumes de Cómo Asesinar a Felipes y todos con una historia entre sí. Si bien la prolífica e ininterrumpida carrera de la banda ha sabido de baches en su camino, siempre encuentran el punto musical donde reconfigurarse. Con el recién estrenado “Luz, Figura y Sombra”, la banda prepara lo que será su nueva etapa.

Desde su debut homónimo en 2008, Cómo Asesinar a Felipes golpeó la puerta de una escena musical que buscaba frescura y actitud. La formación académica de Marcos Meza, Sebastián Muñoz y Felipe Salas los llevó por explorar sus propias inquietudes que fusionaron lo mejor del jazz y el hip hop desde el piano, el bajo y la batería, idea a la que se sumó DJ Sp@cio y Koala Contreras. Con ese prometedor diseño, la banda ha marcado pauta gracias a su visión. En entrevista con LeRock Magazine, Salas recuerda, «siendo que no estábamos inventando esa mezcla, acá no se había dado mucho, entonces a veces uno se va anticipando a cosas».

Y esa visión cautivó hasta a Billy Gould, quien no soltó la producción de la banda desde “Comenzará de Nuevo” (2012), con cinco discos bajo su supervisión a través de Koolarrow Records. Durante esta etapa, la banda ya vivía el primer quiebre desde la salida de uno de sus miembros, que se cristalizó en oportunidades para explorar y probar nuevas ideas. Tras el fin del ciclo junto a Gould y una nueva partida, la banda ya trabaja la promoción de "Luz, Figura y Sombra" con Clouds Hill, sello alemán con interés en el vinilo y que recientemente editó a The Mars Volta.

—¿Qué propone CAF 2022 con “Luz, figura y sombra”?

—El disco fue compuesto hace tiempo. La música fue hecha en la pandemia, un momento que nos golpeó a todos. En esos dos años hubo un punto de quiebre en las vidas, decisiones personales, entre ellas la de Seba Muñoz, nuestro bajista. Él alcanzó a grabar y luego de grabar decidió cambiar el rumbo de su vida e irse de la banda… Fue un cambio radical y en ese sentido la creación de este disco fue un proceso largo. Luz, figura y sombra son tres puntos de vista sobre algo. Estábamos acostumbrados a quince años de tocar, ensayar, girar y vernos mucho y en pandemia hubo dos años que no nos vimos y cuando volvimos nos dimos cuenta que estábamos desconectados entre nosotros, teníamos muchos puntos de vista distintos de muchas cosas y por eso nace el concepto de ver algo de distintas formas. En este caso puntos de vista melódicos y armónicos. Lo trabajamos con Chalo González desde el comienzo de la idea. Definíamos las líneas que íbamos a tomar y él también aportó mucho, dio la idea de que cada una de estas obras a modo de producción fuera diferente.

—Recientemente firmaron con Clouds Hill, un sello alemán, ¿Influyó ese cambio en el trabajo del nuevo disco?

—En cierto sentido teníamos más presupuesto, es primera vez que tenemos un presupuesto importante para darnos ciertos lujos de grabar así. Grabamos unas partes en el GAM, lo electrónico con González y la tercera parte en Estudios del Sur donde capturamos el sonido CAF tradicional. Es primera vez que nos tomamos tanto tiempo en hacer un disco, nuestros procesos son más rápidos pero tuvimos que esperar por el sello. Ellos no se metieron en lo artístico, nos dieron libertad.

—Un espaldarazo y una evolución, me imagino... Lograron alcanzar otros mercados importantes

—Sin duda, hemos crecido mucho y eso se agradece. Los músicos y los artistas pasamos tiempos difíciles entre el estallido y la pandemia, entonces que pasara esto nos dio un empujón porque también se fue Seba y él es un músico fundador de la banda.

Y así pareciera ser el destino de las diferentes etapas de la banda, que no han sido fáciles. En 2012 Marcos Meza, uno de los fundadores, dejaba las teclas para iniciar una carrera en solitario, lo que caló hondo en el sonido e identidad del grupo, situación que no vivirían por primera vez en su historia, obligándolos a reconfigurarse constantemente. Así, la formación la completaría Gabo Paillao (Conchalí Big Band) coronando un exitoso paso en el teclado y luego, nuevamente, su partida significó nuevos horizontes musicales con la llegada de Cristián Gallardo en el saxo.

—Las partidas son un proceso que no han vivido una única vez, desde Marcos Meza en sus inicios, pasando por Gabo Paillao y recientemente Sebastián... ¿Ha sido difícil?

—Cuando se fue Marcos fue la primera vez que lo vimos difícil, fue cuando más sufrió la banda y nos cuestionamos si continuábamos. Después se fue Gabo, pero nos hemos ido recuperando y recuperando la energía.

Tras la partida de Sebastián Muñoz luego de grabar "Luz, Figura y Sombra", la banda nuevamente se vio forzada a reconstituirse y replantearse y la plaza del bajo que los acompañó desde sus inicios quedaba desierta. Con una nueva etapa ad portas, la banda recurrió a un viejo y conocido amigo, Raimundo Santander. Segun Salas, el destacado guitarrista tomó de inmediato un espacio que parecía reservado para él, «Él hizo un arreglo en una canción antes de saber que iba a ser el nuevo bajista de CAF. La grabamos hace más de un año, antes de saber que Seba se iba a ir. Son esas sincronías que la banda ha tenido».

—Volviendo a "Luz, Figura y Sombra" y al sufrir tantas modificaciones, ¿Cómo logran unir esas nuevas posturas después de tanto tiempo juntos?

—Siempre es un desafio. Varias veces hemos estado con dudas con lo que estamos haciendo, siempre existen muchas dudas cuando empezamos un proceso. Pero algo que aprendimos cuando se fue Marcos es que la mejor sanación es la música. Cuando él se fue y llegó Gabo hicimos un disco altiro, nos ponemos a componer. Cuando se fue Gabo y llegó Gallardo hicimos el mismo ejercicio y ahora que se fue Seba estamos en proceso de hacer un disco con nuestro nuevo bajista, Raimundo, allá en Alemania. Siento que la música es nuestro punto de unión y sanación.

—¿Qué tan inesperada fue la partida de Sebastián? ¿Raimundo fue siempre la primera opción?

—Fue inesperado cuando Seba me dijo que había tomado la decisión de irse, me sorprendió. Raimundo siempre ha estado cerca de nosotros e incluso reemplazó a Seba o Gallardo en otros momentos, en ese sentido ya habíamos tocado con él muchas veces. Siempre ha estado ahí, siempre fue él, le pregunté y tuvimos conversaciones si le gustaría ser el bajista porque no es su instrumento principal pero él es un súper músico y en ese sentido ningún problema. Le gustan los desafíos, le encantó ese rol.

—Me imagino que ustedes van extrañando esos detalles de cada uno en la composición, desde el piano Rhodes hasta los diferentes estilos pero integran otros elementos como el saxo e incluso a Raimundo que como guitarrista ahora se aproxima al bajo

—Cada ser es único. Marcos tenia ciertas virtudes en el piano y su musicalidad era especial, Gabo también. Pero siempre hay sorpresas y vamos trabajando a la medida. Cuando llegó Gallardo le dimos mucho espacio a la improvisación porque él es un gran improvisador e hicimos "Elipse" que es súper improvisado y ahora con Raimundo estamos haciendo algo pensado en su musicalidad.

—En ese sentido, ¿Qué tan necesario es el cambio en una banda como CAF?

—Es algo que nos mantiene vivos, no nos gusta estancarnos. Aunque musicalmente ya hay un sonido y una estética, desde el comienzo siempre tratamos de ir cambiando y descubriendo distintos caminos,

—Siempre lo que propone CAF ha sido súper disruptivo, ¿Nunca quisieron quedarse sólo con lo que propusieron en sus primeros discos o fue cambiando por los procesos internos y las coyunturas y así proponer algo distinto y salir de su zona de confort?

—Lo de los cambios fue circunstancial. Hay cambios fortuitos y nada es tan forzado, nos sale natural. Que sean canciones que aporten o emocionen más que buscar algo súper novedoso.

—¿Cómo influye la contingencia en ustedes y en su música?

—Influye porque somos personas que vivimos el día a día y a los artistas nos influye en la creación, ver lo que está pasando. Somos una banda súper conectada con lo que pasa y con el sentir de muchas personas. Pero en general las letras de Koala me hacen sentir muy interpretado. Somos bien pensadores y nos gusta la reflexión. Por eso hicimos este disco sobre los puntos de vista. En la banda pensamos de distintas formas, yo considero que hablamos mucho de lo que pasa pero no tenemos una postura militante. Pero sin duda las letras tienen una definición clara: es súper reflexivo y no explícito.

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Cómo Asesinar a Felipes ya traza su fin de año junto a "Luz, Figura y Sombra", uno de sus discos más ambiciosos hasta la fecha y que significó un nuevo punto de partida. Grabado y producido por Chalo González y Felipe Salas en Santiago, es su primera placa junto al sello alemán Clouds Hill, casa discográfica que espera recibirlos durante noviembre en Hamburgo para una sesión en vivo y la grabación de un nuevo trabajo.

Mientras tanto, el grupo ya prepara el lanzamiento con dos hitos en Quilpué y Santiago, con fechas en Terraza Trotamundos celebrando sus 15 años de trayectoria y en el mítico Las Tejas junto a Matiah Chinaski y Portavoz.

03/11 - Terraza Trotamundos, Quilpué

12/11 - Las Tejas, Santiago (+Matiah Chinaski y Portavoz)