07 | 10 | 2020 _ por Rodrigo Jarque
Todo partió más o menos así: un tipo escribía canciones, pero era parte de bandas en las que solo tocaba composiciones de otros. Las propuso en cada banda, pero sus canciones no fueron tocadas. Decidió hacer su propia banda. Abandonó las otras. En silencio y con perseverancia, puso sus canciones y su corazón en un disco. Luego, golpeó puertas de sellos para sacar dicho disco, pero no fue aceptado en ninguno. ¿Qué hacer? Decidió hacer su propio sello. En silencio y con perseverancia, llevó ese disco a periodistas y tiendas. Con los años, se fueron sumando otros músicos que, como él, no encontraban lugar en bandas o sellos. Tocaron en todos los lugares posibles, esperando ser notados por festivales. Pero no fueron invitados a ninguno. Decidieron hacer su propio festival. En silencio y con perseverancia, lo impulsaron y crecieron y extendieron sus ramas fuera de Chile, con árboles igual de solitarios en otras latitudes. Llevaban las buenas nuevas de la música que "nadie" quiere escuchar. Pero no siempre los escuchaban. Los medios musicales fueron esquivos ya que, por supuesto, estos mismos apenas sobreviven y, la verdad, nadie quiere escuchar música de nicho, porque todos deben desanicharse: hay que pensar en grande, hay que traducir todo a números. Así que, en un nuevo impulso, los tipos decidieron hacer su propia revista.
Y aquí estamos. Para muchos esta historia es muy familiar. Todos los que de una u otra forma estamos en lo de la música entendemos que necesitamos de otros para levantar nuestros propios proyectos. Hemos escuchado hasta el cansancio que, si necesitas algo que nadie puede (o quiere) darte, créalo tú mismo. Suena fácil y muy parecido a esas citas motivacionales de las que hemos aprendido a desconfiar con los años, pero lo cierto es que, en nuestro caso, en el camino de LeRockPsicophonique, no hemos esperado mucho que las cosas pasen o lleguen; hemos hecho precisamente lo contrario: hemos creado de la nada, sin saber mucho cómo hacerlo ni para dónde vamos. Seguimos nuestras corazonadas. Somos impacientes y nos gusta aprender a porrazos. Porque se necesita, picho. Para sumarle al mito.
LEROCK Magazine surge, tal como surgió nuestro sello LeRockPsicophonique; nuestro Ciclo LeRock; nuestro festival internacional LEROCK Fest; nuestra actividad de industria LEROCK Conecta; nuestra querida y fallida tienda física –ahora transformada en tienda digital– Tienda LeRock; como respuesta a una necesidad. Surge cuando todas las señales indican que los medios musicales van a la baja. Y en una pandemia global, ¿qué podría salir mal? Todo. ¿Qué importa? Vamos a hacerlo y vamos a fracasar por los amigos, como diría nuestro querido Alonso García de Anti-Rudo en Perú. Vamos a hacerlo juntos y a cruzar un montón de territorios juntos, como lo han hecho nuestros hermanos de Chancho Discos para apoyarnos con el festival, o como lo ha hecho Rango Music en Perú para darnos pistas en la selva digital, o como lo han hecho los amigos de Dunk! en Bélgica, o los sellos hermanos en Chile PERSEA o Ladrido o Experimentos Rurales. También los amigos de Anomalía en Argentina, Música Corriente y EMRecords en Colombia. Juntos y revueltos.
Aquí encontrarán artículos, reseñas y noticias relacionadas a nuestro sello y la actividad de nuestros artistas, pero también todo aquello que pase en el mundo de la música alternativa, de vanguardia o ignorada, pero que nos mueva alguna fibra. Están todos invitados a fracasar con nosotros. ¿Qué podría salir mal?
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Foto por Sebastián Arriagada