10 | 02 | 2023 _ por Jorge Cortés
La banda japonesa JYOCHO reaparece nuevamente con un EP entre las manos, lleno de componentes que agregan novedades al género math rock.
El lanzamiento de este EP está inmerso en la participación que tuvo la banda en la serie para Netflix “Junji ito maniac: relatos japoneses de lo macabro”. Es una producción de cuatro canciones bien pensadas y bien ordenadas que en total excede por muy poco el cuarto de hora, un tiempo más que suficiente para anotar la primera noticia de la banda este 2023.
El primer track de la producción, "As the god says", aparece al cierre del primer relato de la serie. Es una canción con las características que han llevado a la cima de lo undergound a cada proyecto en los que ha participado su guitarrista Daijiro Nakagawa, el taping, los armónicos que rellenan silencios, la formación y ligadura de arpegios, todo dulcemente conjugado por el talento del joven guitarrista. Vocalmente la canción se presenta muy melódica con tiernos agudos alcanzados por la preciosa voz de Netako Nekota que también aporta con su textura en el piano. La voz siempre tiene un apoyo melódico por parte de la flauta traversa que entra en el juego del diálogo entre ambas para generar un excelente complemento por parte de su intérprete Yuuki Hayashi. Una canción bastante alegre, casi contradictoria a la imagen que se podría tener de un relato macabro pero que es un excelente matiz en contraste.
"The progress of civilization" es el segundo acto de la producción, una canción que destaca por su cambio bien definido entre secciones, que dan mucho espacio para que el redoble de la batería se junte y pegue con las líneas de bajo conducidas por Sindee. La lírica nuevamente abraza los dulces agudos de su vocalista que de seguro dejarán a más de algún oyente silbando la pegajosa melodía.
A continuación, aparece "Silent prayer", por lejos la canción más interesante en cuanto a estructura, que es la misma que puede hacer que los oyentes más tradicionales la adelanten. Sin embargo, esos compases arrítmicos son la fiel prueba de que la banda no transa su capacidad experimental, y es que hay elementos de su música que pueden sonar muy cercanos al rock pop, más por algo estético que por una razón comercial pero que finalmente hacen de la obra una excelente combinación que toma lo mejor de los estilos populares con la incesante necesidad de reforzar la identidad de la banda.
"366" es la canción que cierra la producción, probablemente la más tranquila del EP, eso sí, no transa en expresividad ni en fuerza. Un hermoso adiós momentáneo que abre con un acorde de ataque lento que deja su estela sonora en el subconsciente más nostálgico del oyente. Es una progresión de cuatro acordes que se repiten con pequeñas diferencias rítmicas y sobre los cuales la banda construye una nihonga donde el trazo principal lo tiene el pincel de la voz que de vez en cuando comparte sus melodías con los otros instrumentos. "Sayonara" canta su vocalista con su voz para hacer dormir planetas de ansiedad, dejando una pequeña sombra melancólica resonando en los oídos del oyente más sensible que perfectamente puede estar dispuesto a repetirse el plato por segunda vez, inmediatamente.
Una producción sublime, bien compuesta y bien producida, que demuestra y reafirma el buen trabajo que viene haciendo JYOCHO tanto en su apartado musical como en el visual, que es su apoyo más importante. Es febrero y la banda de seguro ya inscribirá este lanzamiento en lo más destacado del 2023. Aun así, quedan diez meses por delante y la banda siempre puede seguir sorprendiendo agradablemente con algún otro lanzamiento.