08 | 10 | 2020 _ por Leonardo Castro Pozo
Este álbum demuestra la madurez musical del grupo, donde las influencias y experiencias vividas a través de los años se reflejan en composiciones que navegan entre sensaciones como la alegría, la tristeza, la ira y la rabia. Ukiyo, el track abridor del disco te traslada justamente a la evolución que tuvo la banda desde sus EP’s Asteral y Parsec, donde sentimos la influencia de nuevos sonidos y la sensación que todo será mejor.
tortuganónima presenta su cuarto trabajo de estudio ‘Imago’ mostrando un disco más atrevido en composición y ejecución y con una versatilidad de sonidos que nos hace recordar la frescura e innovación sonora del homónimo lanzado hace ya seis años.
Se destaca la participación de Koala Contreras (Como Asesinar a Felipes) en la voz de Penumbra, Valeria Hernández (Niñosindigo) apoyando en las voces de Magnolias, Tomás Pérez, quien además de grabar y mezclar en Estudio La Salitrera, aporta con el sintetizador en Aleph, y Sebastián Agurto (Narval Orquesta) con el saxo tenor en Imago.
Sumado a estas colaboraciones, también se destaca la masterización del disco por Takaaki Mino, músico de la banda japonesa Toe. Al escucharlo, bien podría ser la extensión de un disco más de math rock, pero este primer tema no es el reflejo de la totalidad del nuevo larga duración, ya que, en el transcurso de este, encontramos nuevas sorpresas sonoras las que van viajando por géneros como el shoegaze, el hip hop, la electrónica, el rock ambiental y el jazz experimental.
La versatilidad de este disco queda en evidencia. En Aleph escuchamos un tema innovador, con un pasaje inspirado en los ritmos brasileños, pero con una ejecución acompañada de sintetizadores. Joseph K, nombre extraído de la novela de Franz Kafka, nos muestra un sonido a ratos melancólico y misterioso, para dar paso a breves pasajes ambientales.
El séptimo tema de Imago, Tlön es un ejemplo claro de esta nueva experimentación, en donde la primera mitad del tema se reconocen los sintetizadores y secuencias por parte de todos los músicos, con pasajes sonoros similares a Radiohead, Downy y Boards of Canada, pero con tintes misteriosos, dejando de lado ese sonido “alegre” característico de la banda, para dar paso a uno más oscuro.
En Imago, último tema de casi ocho minutos de duración, se refleja el motivo expresado por la banda, la vinculación del sentir personal con la composición, creando así una obra que bien podrían ser el reflejo de diferentes emociones al ritmo de un jazz experimental estridente, potente e impensado. La tristeza, la ira, la contemplación y la locura quedan plasmada en esta nueva obra, ahora solo queda la invitación a escuchar Imago, el último disco de tortuganónima.