09 | 11 | 2022 _ por Jorge Cortés
El pasado 27 de octubre, Caro Salinas lanzó su primer EP "La Hermosura del Caos", en un show al que tuvo acceso LeRockMagazine.
Caro Salinas es una valiente guitarrista y compositora valdiviana que ha dado que hablar este último año gracias a sus sesiones en vivo publicadas en YouTube. Su estilo se acerca mucho al mathfolk criollo, combinándolo también con escenas de paisaje sonoro, música ambiental e incluso postrock acústico. El EP, puede describirse metafóricamente en términos generales como un viaje introspectivo de observación natural que retrata sonoramente el corazón de la selva valdiviana con todo lo que eso implica, lo placentero y lo crudo, la calma y la tempestad, vivir la tormenta y luego observar su belleza desde un lugar seguro.
El lanzamiento tuvo lugar en la nueva sala del mítico Cine Club de la Universidad Austral de Chile. Las personas comenzaron a llegar temprano acompañadas de la humedad de la eterna amante de la ciudad, la lluvia, que hacía presagiar lo que estaba a punto de ocurrir puertas adentro. El escenario estaba dispuesto y acogedoramente bien decorado por Estudio Ismo, encargadas también del registro audiovisual del lanzamiento en el que grabaron cada detalle para revivir lo ocurrido esa noche.
El show comienza puntual con una sala a 4/5 de su capacidad, repleta de gente ansiosa y parte del equipo tratando de dejar todo listo y a punto. Caro Salinas sale al escenario acompañada de Daniel Meneses, baterista y colaborador eterno del proyecto que encontró en ella la oportunidad para experimentar con libertad. La música comienza a sonar por cada parlante de la sala, envolviendo en un solo abrazo sonoro a todo el público que también es testigo de las visuales proyectadas en la enorme pantalla del cine club. Cada escena visual fue pensada para resaltar hasta el más mínimo fragmento sonoro de la producción. El genio tras estas ambientaciones visuales fue Jonathan Zúñiga, que con cámara en mano salió a cazar cada una de esas tomas naturales para que el público presente pudiera sentir la inmersión en la obra. Es paradójico que mientras más se disfrute un momento más corto se hace y esta vez no fue la excepción para un EP que no dura más de media hora.
La producción está compuesta por diez momentos musicales hilvanados entre sí al ocupar una armonía similar y el gran concepto detrás de la obra. Algunas líneas melódicas se repiten y envuelven al oyente en un mar de capas de repeticiones con tinte de nylon, ayudadas por percusiones íntimas que resaltan los acentos introvertidos que se asoman dejando ecos fantasmales que quedan resonando mientras la naturaleza audiovisual se funde lentamente en la visión de cada espectador. La iluminación cumple un rol importante también al resaltar a Caro Salinas, elevándola entre un pestañeo constante de luces blancas que a ratos quisieran ser rojas, pero que encuentran un placentero equilibrio en la puesta en escena.
De vez en cuando algún inquieto haz de luz encuentra el rostro de Caro Salinas y se esconde en ambos ojos haciendo recordar que siempre están brillando, como si ella estuviera siempre sonriendo con la mirada, en silencio, pero hipnotizando con su música y su mirada amable. El ritmo también es protagonista en la obra otorgando un gusto tribal, orgánico, como una rama que comparte la misma raíz que los rasgueos de la guitarra, ambos elementos se amalgaman, se separan y acompañan, generando un manejo de la tensión único que se desenvuelve hasta llegar a la resolución anunciada. No es difícil imaginarse el aroma a petricor y a aire marino escuchando la música y viendo las proyecciones visuales, incluso quizás se pudo haber puesto algún aromatizante especial en la sala, o quizás es solo parte de la mente que quiere complementar una experiencia que purifica a quien la escucha, que hace olvidar el concreto de las ciudades y que nos recuerda que ahí donde existen construcciones ostentosas de la sociedad más consumidora, antes había un entorno natural que aún lucha por volver a expresarse, que aún resiste en forma de semilla de bosque rebelde que en algún momento puede desatar el caos natural sobre el hormigón.
Cabe destacar que la producción fue subida a las plataformas de streaming de forma completa, sin separación por pistas, respetando la voluntad creativa de Caro Salinas que se arriesga, pero que entiende perfectamente que las artistas son libres de divulgar su obra en el formato que ellas eligen, sin pensar en los aplausos o en la crítica, considerando únicamente que el primer público es la propia artista y su equipo.
El show de lanzamiento de "La Hermosura del Caos" fue un espectáculo redondo de principio a fin, con un sonido de lujo gracias a Estudio Aplauso y a una iluminación hermosa dirigida por Francisco Ríos. Una producción ejecutiva dirigida y coordinada por Miguel Palma, que deja con ganas de querer seguir asistiendo a estos espectáculos en la ciudad y que deja claro que Valdivia está a la altura de grandes producciones que no tienen nada que envidiar a los eventos de la zona centro de Chile. Un evento que prueba que toda artista puede potenciar mucho más su obra si se vincula con artistas de otras áreas y se rodea de un equipo de trabajo bien cohesionado. Este es sin dudad otro triunfo de la colaboración entre artistas.